Un restaurante japonés tiene que sentirse identificado con su decoración y este proyecto intenta unir la playa de Patos con el diseño japonés.

La madera es la base de este proyecto y se juega con su forma para reflejar el estilo japonés.

El color azul inunda las paredes del restaurante como un reflejo del mar en el interior del local.

Se cuida la iluminación para conseguir un ambiente confortable. La iluminación es un detalle que muchos espacios de hostelería no le prestan la atención suficiente que merece, otros como este si que se molestan en adaptar las necesidades con la iluminación correcta y obtienen el resultado perfecto.

El proyecto pretendía encontrar el maridaje perfecto entre Japón y Galicia.